Arturo Tendero: La memoria del visionario. Editorial Visor Libros, Madrid, 2006. 56 páginas.

Caracoles



Es el tiempo el que anda, no nosotros.

Vemos pasar el sol por la cal de las tapias

y esa es la singladura.

Nos parece volar por la autovía

y apenas si avanzamos.

Subimos a un avión entre dos continentes

sin movernos del sitio,

arrastrando un hilillo pegajoso,

un rastro de recuerdos que nos identifican.

El ramal de los días forma nudos y nudos

donde se nos enreda

la casa que llevamos siempre a cuestas.

Pero andar, más bien poco. Apenas damos

cabezadas brevísimas y ahí delante sigue,

sin moverse ni un palmo, el horizonte,

cada vez más inalcanzable

pues todo nos sucede en un dedal.

Lo de andar es un sueño que mengua poco a poco

a medida que cambia la luz hacia el invierno.

Un día amanecemos

pegados en el marco de una puerta

y es lo más parecido a haber llegado.


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